CONCEJAL EXPONE BALANCE DE GESTIÓN


            (CIUDAD PERICO) El concejal Luciano Demarco (UCR) acompañado por su equipo de trabajo expuso el balance de su primer año de gestión ante una amplia convocatoria que se dio cita en la Sociedad Sirio libanesa de esta ciudad e incluyó a funcionarios, dirigentes, periodistas y al público en general.
            Demarco fue elegido concejal con 4.500 votos en los comicios de junio de 2009. Ya en diciembre comenzó su gestión siendo minoría, dado que seis de las ocho bancas del Concejo Deliberante responden al oficialismo. No obstante ello y de no contar con bloque político por impedimentos del reglamento interno del Concejo, el 43% de la totalidad de los proyectos elevados por el Cuerpo de concejales durante 2010 le pertenece, según los números expuestos.
            El repaso de la gestión se detuvo un momento en “la falta –según Demarco- de contralor del Ejecutivo Municipal por parte de la mayoría de los concejales complementada con la falta de transparencia del Ejecutivo”. Al respecto mencionó que de 26 pedidos de informe de su autoría dirigidos a la Municipalidad sólo 5 resultaron aprobados por el Concejo Deliberante.
            Durante el encuentro despertó la voz del público el controvertido manejo del centenar de viviendas municipales que el intendente Rolando Ficoseco debía entregar en mayo pasado, las que construyeron las cooperativas de trabajo en la zona conocida como la Nueva Ciudad y que trajo aparejadas fuertes sospechas de corrupción y clientelismo político además del rechazo de dos pedidos de informe elevados por Demarco.

PARTICIPACIÓN CIUDADANA Y MÁS PROYECTOS
           
            Por otra parte, el edil destacó las iniciativas presentadas a favor de incentivar la participación y el compromiso de los ciudadanos con la política. Recordó entonces la visita que hizo a esta ciudad a mediados de año el diputado nacional Roy Cortina con motivo de comentar la implementación de un modelo de participación ciudadana en Rosario  y dijo que “hace falta mayor compromiso de los ciudadanos para controlar y saber elegir a sus funcionarios” y que “sin el compromiso de todos no se pueden producir cambios profundos”.
            En otro tramo del encuentro se expusieron los proyectos dirigidos a la Legislatura y al Gobierno de la provincia por asuntos que están pendientes y que, si bien superan las facultades de intervención directa del Municipio, afectan al pueblo de Perico como la deuda que mantiene la empresa concesionaria Aeropuertos 2000 con el hospital Arturo Zabala, la habilitación del nuevo Centro de Disposición Final de residuos en la zona de Chanchillos o la construcción de una pasarela sobre ruta provincial N° 47, a la altura de una escuela secundaria.
              El cierre del balance, en términos generales “positivo” según el propio Demarco, fue una invitación  a la reflexión con la proyección del emotivo cortometraje  “El circo de las mariposas”.
             

Entrar a un mundo nuevo

Cuando me embarque en el mundo político, luego de una larga campaña que duró desde marzo hasta junio y de una espera prolongada para asumir en mi cargo, de julio a diciembre, todo en 2009, nunca me hubiera imaginado que se avecinaba un 2010 que marcaría en mi vida una labor tan distinta y apasionante en relación a lo que venía haciendo (docencia y emprendimientos empresariales).

Arranqué con todo el entusiasmo, con ganas de demostrar que cambiar se puede, que solo es cuestión de tener bien en claro los objetivos y de ser una persona correcta, decente, paciente, honesta, independiente y con fuertes convicciones.

Si bien considero seguir por el mismo camino, he abierto los ojos y lo seguiré haciendo a lo largo de este raro andar. En política todo es difícil, todo es confuso, gris. Más cuando uno esta rodeado de gente que no quiere ni siente a Perico, pero en sus discursos, se ve a prestigiosos ciudadanos, fieles funcionarios-vecinos que mueren por la causa. Esos funcionarios, que están dispuestos a perder todo el tiempo de sus días para vender sus voluntades a cambio de…, dispuestos a arrodillarse por un materialismo que los vuelve rehenes y presos de un mugriento sistema del que son parte, hacen daño y oscurecen aun más, el concepto de la “política”. Es culpa de ellos que muchos jóvenes odian esta palabra y por desgracia, a veces nos incluyen a todos en esa suciedad. Es por ellos que mucha gente esta asqueada de lo público, es por ellos que cada vez más se usa la política paternalista, delegativa y se olvidan las verdaderas competencias que deberían cumplirse desde estas funciones públicas. Es por ello, que a los decentes que incursionamos en política, a veces nos miran con desconfianza, y hasta nos preguntan si manejamos viviendas, dinero oscuro y nos tratan de gestores que facilitamos vías con favores impuros. Señores, aunque se intente desprestigiar con campañas de chimentos baratos, no todos somos así. La mayoría si, pero no todos.

Dejando de lado estas inevitables verdades, debo admitir que me han servido para conocerlas y observarlas de cerca, pero nunca para aprender de ellas. La gente tiene que entender, aunque lleve tiempo, que hay personas, ciudadanos que hacen política para el bien común. Y lo que se gane en un sueldo, mientras uno haga bien su labor, se lo tiene merecido como cualquier trabajador bien intencionado.

Es verdad que en la actualidad, uno convive en un contexto clientelar, en donde sus protagonistas marcan su propia gestión, desde lo que pueden dar, no desde lo que pueden hacer. Hay una desvalorización hacia el trabajo que realmente asusta y sin dudas, esa coyuntura despedaza la moral y la autoestima de quienes deciden beber de esas aguas.

Uno se decepciona más cuando se ilusiona con la posibilidad de cambiar, ese cambio que tanto reclama la gente, pero a veces dudo de que algunos quieran formar parte del mismo. No obstante, tengo la seguridad de que los cambios son posibles cuando alguien tiene la certeza de que ello puede ocurrir. Si creemos podemos. Si renunciamos a creer, nunca podremos. En Perico, he podido descubrir que muchos políticos ya no creen y solo ocupan su lugar por un sueldo o por más poder, sin intentar generar cambios y mejoras.

En un año de gestión, a pesar de algunas frustraciones y malos tragos, no he perdido la esperanza y ruego a Dios, que la paciencia me dure hasta ver con mis propios ojos la modificación de algunas realidades, que nos permitan ver en Perico y la provincia, una política más simple, justa, transparente y racional. Para ello, deben sumarse personas comunes, coherentes, nuevas caras, ciudadanos que desean un Perico más justo, personas que usen el sentido común y no se esmeren en defender lo indefendible para saciar sus propios intereses.
Lic. Luciano Demarco
Concejal Ciudad Perico